9 de abril de 2012

De hormonas: hCG

Las hormonas son mensajes químicos secretados por células especializadas y su papel es el de afectar la función de otras células o bien la de la célula que la produce. Nuestro estado de ánimo, sueño, apetito, ritmo cardíaco, digestión, embarazo o crecimiento son procesos regulados por hormonas. 

Una de estas hormonas es la gonadotropina coriónica humana (hCG) con un importante papel  en el embarazo. Cuando se produce la fecundación, los niveles de hCG aumentan y activan el cuerpo lúteo, una estructura que está en los ovarios y que segrega otra hormona, la progesterona, que actúa en el útero para prepararlo para recibir al feto. Además, tanto la hCG como la progesterona intervienen en el desarrollo de la tolerancia inmunológica. Algunas células del sistema inmune son sensibles a la presencia de estas hormonas, y regulan su actividad inhibiendo el ataque al feto.

Después de la fecundación la cantidad de hCG en el organismo se duplica cada 2 o 3 días, y alcanza el nivel máximo en torno a las 10 semanas. Así, la mayoría de pruebas de embarazo actuales se basan en detectar hCG en orina.

Hay documentos que describen pruebas de embarazo ya en el Antiguo Egipto, mucho antes de que se conociera siquiera la existencia de las hormonas. Se hacía orinar a la mujer sobre semillas de distintos cereales. Según si éstas germinaban o no se sabía si estaba embarazada. Más adelante se utilizaron animales a los cuales se les inyectaba la orina y si ésta contenía altos niveles de hCG el animal experimentaba cambios en su aparato reproductor (p.ej. cambios en los ovarios o expulsión de espermatozoides).

Por suerte para los animales llegaron los anticuerpos. Los anticuerpos son pequeñas proteínas del sistema inmunitario capaces de reconocer de forma muy específica otras proteínas y unirse a ellas como banderolas para indicar al sistema inmune que ahí hay algo que destruir. En un individuo sano, sólo hay anticuerpos contra agentes externos, pero existen enfermedades en las que el cuerpo produce anticuerpos contra él mismo, de manera que el cuerpo se auto-ataca. 

En las tiras de los test de embarazo actuales está presente un anticuerpo específico de hCG y un marcador con color que sólo será visible si el anticuerpo encuentra hCG a la que unirse. Si la hCG está presente en la orina, el anticuerpo se unirá a ella y la tira dará positiva.

El uso de la hCG se ha extendido más allá de su función natural y ha sido utilizada como fármaco para el control de peso y como adyuvante de esteroides anabólicos para deportistas, ambos casos no exentos de polémica. Donde su uso si está aceptado es en los tratamientos de reproducción asistida para estimular el ovario de la mujer y facilitar el embarazo.

La hCG es sólo uno de los mensajes que circula por nuestro cuerpo. Mientras leemos ésto, millones de mensajes viajan de una célula a otra, del hígado al músculo, del cerebro al útero, de la médula adrenal al corazón. En silencio. Eficaz y eficiente, por debajo de la piel, todo un servicio de mensajería.

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